¿Quiénes somos?
Azomalli Casas de Vacaciones nace del corazón de nuestra familia. Somos una pareja originaria de Ciudad de México que hace más de 20 años decidió mudarse a Sonora en busca de una vida más estable y tranquila. Aquí encontramos no solo paz y estabilidad, sino también el lugar perfecto para formar nuestra familia, que hoy se compone de nosotros dos y nuestros tres pequeños.
Nuestro hogar en el campo fue nuestro primer refugio. Cada vez que lo visitábamos, sentíamos cómo el ruido de la ciudad se apagaba y daba paso a la calma, a la conexión con la naturaleza y con lo verdaderamente importante: el tiempo en familia. Tanto así, que durante un tiempo tuvimos una pequeña granja con gallinas y otros animalitos que nos enseñaron a vivir más lento y más conscientes. Aunque hoy ese espacio se transformó en el Jardín Las Piñas, su esencia sigue viva.
Azomalli es un proyecto familiar en todos los sentidos. Cada reservación es una oportunidad para nosotros de recibir a nuevas personas con cariño y dedicación: mi esposo se encarga de darle mantenimiento a cada rincón, yo cuido cada detalle en la atención al cliente, y nuestros hijos también participan con pequeñas tareas para que todo esté listo.
Con Azomalli, queremos compartir ese pedacito de paz que tanto valoramos, con quienes nos visitan. Creamos estos espacios pensando en quienes desean reconectar, celebrar, descansar y crear recuerdos inolvidables, rodeados de naturaleza y sencillez.


Nuestra filosofía
En Azomalli, nuestra imagen está inspirada en el mezquite, conocido como el “árbol sagrado del desierto”. Este árbol, común en nuestra región, simboliza resiliencia, fortaleza y generosidad: puede florecer incluso en condiciones extremas, y brinda sombra, alimento y vida a su entorno.
Adoptamos esta filosofía porque creemos que, al igual que el mezquite, nuestros espacios pueden ser fuente de bienestar para quienes los visitan. Queremos que cada casa y jardín que ofrecemos fomente la integración familiar y social en un ambiente de paz y tranquilidad, alejados del ruido, pero cerca de la ciudad.
Para nosotros, cada huésped es parte de nuestro árbol de vida, y esperamos que, al hospedarse con nosotros, también florezcan recuerdos y momentos inolvidables.


Foto inicial de Azomalli